El Cabildo de Gran Canaria ha abierto el plazo para inscribirse en la primera Escuela de Apicultura de Gran Canaria, una iniciativa impulsada junto a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) que arrancará en el mes de noviembre con dos cursos gratuitos.
Un comunicado de la institución insular especifica que las titulaciones que se obtendrán en esta escuela son las de Certificado de Profesionalidad y también un título de Experto Universitario en Apicultura, único en España.
Esta iniciativa pionera en las islas cuenta con una inversión de 18.000 euros y nace con el objetivo de capacitar a los jóvenes debido a la alta demanda del sector y generar una alternativa laboral, además de favorecer el relevo generacional profesionalizado, detalló el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.
La Escuela surge de la necesidad de fortalecer una actividad económica tradicional que supone una fuente de ingresos complementaria y pretende formar a profesionales apicultores combinando el saber tradicional con los nuevos conocimientos, además de ser también un referente para los veterinarios y disciplinas afines para completar su formación académica.
Por un lado, el curso para obtener el Certificado de Profesionalidad de Apicultura tiene una duración de 410 horas y está acreditado por el Servicio Público de Empleo Estatal por lo que tendrá validez en todo el territorio nacional.
Para optar a este estudio es necesario disponer del graduado en Educación Secundaria Obligatoria o una titulación equivalente, subraya la nota.
Por otro lado, la Escuela impartirá un curso para obtener un título universitario en Apicultura de 21 créditos, acreditados por la ULPGC, para el cual es imprescindible ser licenciado o graduado, detalló el director del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria, Antonio Hernández.
La formación estará impartida por veterinarios, profesores y catedráticos de la ULPGC y de Murcia, explicó el catedrático de la Facultad de Veterinaria Anselmo Gracia, quien será uno de los formadores principales junto al veterinario Pablo Pérez.
También forman parte del profesorado apicultores de Gran Canaria y La Palma y el francés Gilles Fert, un referente mundial en el sector y experto en la selección y cría de abejas reinas, que cuenta además con varios libros en su haber.
El Cabildo de Gran Canaria ofertará doce plazas para esta primera edición de la Escuela, de las cuales reservará un mínimo de cuatro para el alumnado universitario que podrá optar a esta doble titulación.
Los interesados pueden formalizar la preinscripción antes del 4 de noviembre en la web ww.sectorprimariograncanaria.com, donde también pueden consultar los requisitos necesarios y los criterios de selección.
Las clases comenzarán este 26 de noviembre y finalizarán el 30 de julio de 2019, en la Granja del Cabildo de 16:00 a 20:00 horas con semanas de descanso intercaladas, con una formación tanto teórica como práctica en el apiario de la Institución insular, e incluye un módulo de prácticas no laborales.
Gran Canaria cuenta con 320 apicultores que aglutinan más de 11.000 colmenas y que producen al año 65.000 kilos de miel, una actividad que ha crecido en los últimos diez años un 60 por ciento y que ha despertado cada vez más el interés de los jóvenes, explicó Hidalgo.
Gran Canaria, gracias a su biodiversidad y a la Abeja Negra Canaria, tiene a juicio del Cabildo una de las mejores mieles del mundo y así lo constatan los premios recibidos en certámenes internacionales.
Esta biodiversidad, unida a la demanda de formación del sector y a que la isla cuenta con la única Facultad de Veterinaria del archipiélago ha propiciado la creación de esta Escuela con el apoyo de los apicultores.
El consejero recordó también que el Cabildo impulsa la marca Gran Canaria Calidad, un distintivo de garantía que entrega la Consejería de Soberanía Alimentaria a los productos que cumplen los requisitos sanitarios, de pureza y de calidad, y que la Isla cuenta con Casa de la Miel en Valsequillo, Tejeda, La Aldea y Santa Lucía para disfrutar de este producto.
Para mantener la pureza de esta especie autóctona se ha puesto en marcha un programa de mejora que incluye la entrega a apicultores de reinas fecundadas con zánganos genéticamente seleccionados para analizar el rendimiento en una colmena y mantener así una de las señas de identidad de la miel grancanaria.