Osman Hasimovic ha sido un apasionado de las abejas desde hace 20 años. Como la mayoría de los apicultores de Bosnia, Osman es un apicultor móvil, desplazando a sus abejas de un lugar a otro del país en busca de las mejores condiciones para ellas. Este 20 de mayo, con motivo del Día Mundial de las Abejas, Osman alerta del importante descenso de una población fudamental en la conservación de la biodiversidad.
«En cuanto a la importancia de las abejas para la humanidad, puedo decir que juegan un papel clave en la sostenibilidad del círculo de la vida», nos dice Osman. «Pero todos nuestros problemas afectan a las abejas, incluyendo la contaminación global, el cambio climático y, lo que es más importante, los apicultores ineptos».
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura recuerda (FAO) que la polinización es indispensable para el éxito de muchos cultivos agrícolas, así como para la supervivencia de los ecosistemas, y alerta de como diversos factores como la destrucción del hábitat, la agricultura intensiva y los pesticidas están poniendo en serio peligro su existencia.
«Una de cada tres cucharadas de comida que los humanos consumen depende directa o indirectamente de las abejas», nos dice otro apicultor, Mehmed Smajlovic. «Una de cada tres. Y no estoy hablando sólo de la miel. El principal trabajo y misión de las abejas es la polinización de las plantas de cultivo».
Instaurado en 2017, el Día Mundial de las Abejas tiene en definitiva una función clara: que nos pique la curiosidad sobre este imprescindible insecto.
Fuente: EuroNews