Canarias pierde 3.200 colmenas en dos años

Canarias pierde cerca de 3.200 colmenas en dos años: un sector en crisis y fuera del foco institucional
La apicultura canaria atraviesa una de las peores crisis de las últimas décadas. En apenas dos años, el Archipiélago ha perdido más de 3.100 colmenas, lo que representa una caída del 9% en el censo regional. Sin embargo, la administración pública autonómica canaria parece no situar este sector entre sus prioridades, y cientos de familias apicultoras ven cómo sus rentas se reducen, perdiendo unos ingresos esenciales para sostener su economía y su modo de vida.
El Ministerio de Agricultura ha publicado en su web el informe anual con los principales indicadores económicos de la apicultura, de los que extraemos los datos relativos al censo de Canarias en 2025.

Evolución del censo apícola (Canarias)1
Año Explotaciones Colmenas Media colmenas/explotación Var. colmenas (%)
2023 1.306 35.059 26,84 %
2024 1.312 33.949 25,88 % −3,17%
2025 1.315 31.884 24,25 % −6,08%

🔍 Claves de la tendencia

  • Pérdida acumulada: Entre 2023 y 2025 se han perdido 3.175 colmenas, un descenso del 9,06%.
  • Estabilidad aparente: El número de explotaciones sube ligeramente (+0,69% en dos años), pero cada explotación tiene menos colmenas: la media ha pasado de 26,85 a 24,25.
  • Caída acelerada: Tras un descenso moderado en 2024, el año 2025 confirma y acelera la tendencia negativa.

🌡 Posibles causas

  • Climatología adversa: sequías prolongadas, altas temperaturas y floraciones irregulares. Excluimos en este apartado a los incendios forestales, puesto que el último ocurrió en la isla de Tenerife en 2023 y en esa isla se consiguió recuperar el censo.
    La apicultura es el único sector agrario que no ha recibido ayudas por los periodos de sequía.
  • Presión sanitaria: La importación ilegal de abejas foráneas, parásitos como varroosis y otras enfermedades importadas que afectan a la abeja negra canaria.
    Este año se devolverán 2/3 de las subvenciones europeas destinadas a la sanidad apícola contempladas en la Intervención Sectorial Apícola.
  • Costes de producción: encarecimiento de tratamientos, alimentación y materiales.
    El coste de los envases de cristal  para miel han sufrido un incremento sustancial en los últimos años,  sin embargo no se ha contemplado una rebaja en los arbitrios de importación, AIEM, como si lo tiene la miel importada.
  • Menor rentabilidad: desincentivo para reponer colmenas perdidas.
  • Presión burocrática. En los últimos años, las exigencias y trámites administrativos para el sector apícola no solo no han disminuido, sino que se han intensificado. Esta creciente carga burocrática dificulta, e incluso llega a impedir, que muchos apicultores y asociaciones puedan acceder a las ayudas públicas, afectando con especial dureza a las islas no capitalinas. Como resultado, recursos concebidos para apoyar al sector acaban quedando fuera del alcance de quienes más los necesitan o, en algunos casos, son devueltos a la Unión Europea.
  • Desinterés político. Solamente los cabildos insulares apoyan a la apicultura. La falta de receptividad a las demandas del sector apícola es cada vez más evidente, ni siquiera se responde a los escritos presentados en sede electrónica. A diferencia de otros sectores agrícolas o ganaderos, la apicultura sigue prácticamente olvidada en los planes y presupuestos autonómicos, sin un apoyo real que garantice su viabilidad. Ni tan siquiera existen medidas de promoción específicas; canarios de las ocho islas se preguntan el por qué no se convoca un concurso regional bajo Agrocanarias que ponga en valor la miel canaria y su calidad diferenciada para la que es la ganadería más antigua de Canarias y que tantos éxitos obtiene en certámenes internacionales.
    A ello se suma la ausencia de una vigilancia efectiva frente a la importación ilegal de abejas foráneas, con el riesgo sanitario y genético que conlleva, así como la falta de rigor en las inspecciones para velar por el cumplimiento de la normativa vigente. Todo ello refleja también una escasa implicación en la conservación de la abeja negra canaria, una raza autóctona cuya preservación es esencial para la biodiversidad y la identidad apícola del Archipiélago.

🌍 Consecuencias más allá de la miel
La pérdida de colmenas en Canarias no solo reduce la producción de miel. También:

  • Reduce la polinización de cultivos y ecosistemas naturales.
  • Aumenta el riesgo para la conservación de la abeja negra canaria.
  • Debilita la viabilidad de explotaciones familiares, especialmente en islas no capitalinas.

📌 Compromiso de ApiGranca
Desde ApiGranca trabajamos para:

  • Defender los intereses del sector ante las administraciones. Invitamos a nuestros lectores a consultar el documento presentado al Consejero de Agricultura a través de la sede electrónica el pasado mes de enero y del que continuamos esperando respuesta.
  • Defender en Canarias la práctica de una apicultura extensiva, respetuosa con el medio ambiente, los polinizadores silvestres y proteger nuestra raza autóctona, la abeja negra canaria.
  • Mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de las explotaciones.
  • Facilitar el acceso a ayudas como la Intervención Sectorial Apícola (ISA) o POSEI.
  • Impulsar la formación técnica y la digitalización de las explotaciones.
  • Mejorar la comercialización de los productos apícolas y la renta de las explotaciones.

(1) Fuente : Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), «El sector apícola en cifras: Principales Indicadores Económicos«, Subdirección General de Producciones Ganaderas y Cinegéticas, Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios. Publicado en julio de 2025. Catálogo de Publicaciones de la Administración General del Estado.

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