Especial Loque GC23-1: Episodios habidos en Canarias

Ante el estado de prealerta en la isla de Gran Canaria debido a la aparición de tres brotes confirmados de loque americana y distantes geográficamente entre sí, la ADS ApiGranca ha emitido un comunicado y presentado una solicitud al Servicio de Sanidad Animal y Laboratorio dependiente de la Dirección General de Ganadería.

Nos hemos puesto en contacto con compañeros de otras islas que ya han pasado por situaciones parecidas para aprender de sus experiencias y agradecemos enormemente la colaboración que nos han prestado, dándonos toda clase de detalles. En las siguientes líneas transcribimos estas experiencias.

La Loque americana  es una de las seis enfermedades de las abejas que están inscritas en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA y los Países y Territorios Miembros tienen la obligación de notificar los brotes conforme al Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA, una circunstancia que viene recogida en España en el  Real Decreto 526/2014, de 20 de junio, por el que se establece la lista de las enfermedades de los animales de declaración obligatoria y se regula su notificación. Su control implica a los propietarios de las colmenas, a la asociación a la que pertenezca y a la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.

La Loque americana es una enfermedad grave de las abejas melíferas causada por una bacteria productora de esporas llamada Paenibacillus  larvae. Está presente en todo el mundo. La bacteria mata las larvas en las celdillas de cría. En las colmenas infectadas, la colonia presenta un aspecto irregular o salteado debido a las celdillas vacías, a veces con un olor característico, y la cría tiene una apariencia viscosa o húmeda. La loque americana es transmitida por las esporas bacterianas que se forman en las larvas infectadas, son muy resistentes y sobreviven varios años. Las esporas diseminan la enfermedad por traslado de la cera, de las reinas, intercambio de panales o de miel contaminada. El diagnóstico se confirma mediante identificación de la bacteria por medios moleculares, por cultivo o microscopía.
El tratamiento con antibióticos destruirá las bacterias vegetativas pero no las esporas, así que la enfermedad se repetirá. Por ello se recomienda con frecuencia quemar la colmena y los equipos, ya que puede ser la única manera de destruir las esporas.

1.- La loque americana en Tenerife, 1997.
2.- La loque americana en la isla de La Palma, 2018.
3.- La loque americana en Gran Canaria, 2020.

1.- La loque americana en Tenerife.

En 1996 un criador de Tenerife puso a la venta 18 núcleos que estaban infectados con loque americana, lo que produjo su dispersión por la isla y que finalmente fue detectada al año siguiente.
ApiGranca se ha puesto en contacto con uno de los apicultores tinerfeños que sufrió la enfermedad en sus colmenas para que nos contase su experiencia. Nos ha comentado que al principio le fue difícil la detección de la enfermedad puesto que sus colmenas se debilitaron tanto que estaban con problemas de varroa, cría ensacada y loque americana y cada una enmascaraba a las otras dos, no sabiendo en realidad lo que estaba ocurriendo.

Su forma de actuación consistía en matar la colonia al atardecer quemando una pastilla de azufre en el interior de la colmena. A continuación embolsar la colmena con bolsas de plástico o film transparente, meterla en cámara de frío hasta proceder a su destrucción mediante quema.

Llegó a tener 40 colmenas infectadas, y tratando de conservar el material, después de fundir la cera y retirarla para desecharla, sumergía durante doce horas las cajas y cuadros en una solución con sosa cáustica y posteriormente las lavaba con agua a presión y dejaba secar. Nos comentó que prefería la disolución de sosa a la lejía puesto que la primera se llevaba las capas de pintura y facilitaba el repintado. Desde ApiGranca no recomendamos esta actuación por el peligro que entraña para quien manipule la sosa cáustica.

Tras varios meses y a fuerza de vigilancia continua cada vez que le aparecía un nuevo brote consiguió eliminar todo signo de loque en sus apiarios. Tristemente pudo comprobar como se reinfectaba debido a un apicultor vecino que no se preocupaba por sus colmenas, finalmente este apicultor retiró sus colmenas y nuestro informante pudo acabar con la loque en sus apiarios hasta la fecha.

Un dato muy interesante es que pudo comprobar que la abeja negra canaria es más resistente a la loque que las razas importadas, sean buckfast, italianas o híbridas, un hecho que puede ser debido a los diferentes cuidados que cada raza dispensa a la cría.

Nota. Cría sacciforme, cría en saco o ensacada, Peste viral de la cría, moratosis, etc. (TSBV, Thai sacbrood virus),  está producida por el virus Morator aetatulas. Se observan opérculos hundidos, perforados y con aspecto grasoso (como en la Loque  americana) en las celdillas afectadas. En el interior, es característico observar a las crías muertas dentro de un saco, luego adquieren el aspecto de un cono, “canoa” o “barquillo” invertido (esta porción del cuerpo corresponde a la cabeza de la larva que se oscurece y se endurece y apunta hacia arriba, dando el aspecto de cono invertido). Conforme la cría se va secando, toma una tonalidad más oscura hasta que queda una costra fácilmente removible de las paredes inferiores de la celdilla. Las costras o escamas, están libres del virus, por lo que no constituyen una fuente de contagio.

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2.- La loque americana en la isla de La Palma.

En La Palma aparecen dos brotes simultáneamente pero sin conexión entre ellos en 2018.

  • Por un lado, a la floración del castaño en la zona de las Breñas acudió un apicultor con sus colmenas débiles y enfermas de loque. Allí se contagiaron otros apicultores que también se desplazaron a esta floración y a la vuelta a sus colmenares extendieron la enfermedad en sus municipios de origen.
  • Por otro lado en la zona de Barlovento, un palmero emigrante a Venezuela, en su viaje de retorno a la isla, completó el hueco que quedaba en el contenedor de su mudanza con las cajas de colmenas venezolanas. Sus colmenas sufrían de loque pero pensaba que la enfermedad estaba en todo el mundo y no causaría perjuicios de vuelta a la isla.

Detectada la enfermedad, la ADS Apicultores de La Palma lo comunica a la Dirección General de Ganadería y como primera medida se toman muestras por parte de la veterinaria de la Consejería en La Palma y se remiten al Laboratorio de Central de Veterinaria, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Se confirma oficialmente la presencia de Loque americana en la isla.

Es entonces cuando la  ADS Apicultores de La Palma convoca a los asociados para explicarles cómo afecta la Loque americana a las colmenas, cómo detectarla y los pasos a seguir para controlar el contagio en el mismo colmenar y entre otros colmenares. Se les facilitó por escrito las instrucciones a seguir, entre otras:

  • No mover colmenas entre asentamientos o a otras zonas.
  • No intercambiar material o abejas entre colmenas o colmenares.
  • Desinfectar todo el material de manejo (guantes, espátulas, etc.) antes y después de manipular las colmenas.
  • La prohibición de tratar las colmenas con medicamentos no autorizados o sin receta. En caso de hacerlo, imprescindible la supervisión de un veterinario.
  • Si bien la miel de colmenas afectadas es totalmente apta para consumo humano, no se puede alimentar colmenas con ella.
  • Retirar de forma inmediata las colmenas muertas o muy débiles para evitar el pillaje y la dispersión de la enfermedad.
  • Informar de que se incurre en una FALTA MUY GRAVE (art. 85,2 Ley 8/2003 de Sanidad Animal) en el caso de no comunicar la presencia de Loque americana en su colmenar y/o la venta o puesta en circulación de colmenas sospechosas o confirmadas de estar infectadas. Las sanciones por incurrir en faltas muy graves llevan aparejadas una sanción entre 60.001 y 1.200.000 euros.

En caso de colmenas afectadas, se procede a su destrucción, preferiblemente por incineración. Dado que eso implica disponer de un punto de quema autorizado y pocos apicultores lo tienen, se solicita la colaboración del Cabildo Insular de La Palma, quien responde de forma inmediata y  comunica que debido a que no tienen un punto de quema que cumpla con la normativa de destrucción de animales afectados por una enfermedad de declaración obligatoria, ofrece la posibilidad de enterrar el material infectado en el Complejo Ambiental Los Morenos, donde se recogen, almacenan y procesan los residuos orgánicos e inorgánicos de toda la isla.

Por su parte, consultada la Dirección General de Ganadería sobre la opción del enterramiento en vez de incineración, aceptan la fórmula si bien con condiciones en el transporte del material y los plazos y forma de enterrarlos.

A los apicultores con colmenas afectadas se les indica que hay un punto de recogida (una cámara de frío a 4º C) propiedad del Cabildo de La Palma, donde pueden llevar las colmenas para su almacenamiento hasta su destrucción. Las colmenas deben transitar directamente, sin paradas, desde el colmenar afectado hasta el punto de recogida totalmente envueltas en film plástico sin dejar ni un solo hueco por donde pueda salir o entrar una abeja.

A la persona que deposita las colmenas afectadas se le entrega una colmena nueva (a estrenar) para compensar en cierta medida la pérdida material. Aunque la Ley de Sanidad Animal contempla una indemnización justa y compensatoria por el perjuicio económico, la reposición de colmenas se hizo con fondos propios de la ADS Apicultores de La Palma para acelerar el proceso de entrega de material contaminado y la recuperación de los colmenares.

Otras actuaciones de la ADS Apicultores de La Palma:

  • Adquisición y reparto de test rápidos de detección de Loque americana (Vita AFB Diagnostic Kit). Aunque no están oficialmente reconocidos, son muy válidos para comprobar el estado sanitario de las colmenas.
  • En el grupo de WhatsApp de la ADS Apicultores de La Palma se indica, en el caso de capturar o retirar un enjambre, si la zona se han detectado casos para que el apicultor no traslade ese enjambre a otras zonas donde no se haya declarado la patología para evitar su difusión.
  • Asesoramiento constante sobre el estado en que se encontraban los colmenares y las zonas afectadas.

En un año se controló la dispersión en la isla y al año siguiente no aparecieron nuevos focos. Los colmenares afectados ya no muestran síntomas.

Imprescindible para controlar la situación:

  • Declaración de los apicultores de que tienen Loque americana confirmada o síntomas que indiquen su presencia.
  • Trabajar todos en una isla como si fuera un solo colmenar. Lo que afecta a unos acaba afectando a los demás.
  • Colaboración absoluta y transparente entre apicultores, asociaciones y organismos públicos insulares y regionales.
  • Rapidez en tomar decisiones y ponerlas en práctica. La Loque americana se transmite con mucha facilidad.

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3.- La loque en Gran Canaria, 2020 y 2023.
Gran Canaria ya ha padecido varios brotes de loque americana en el pasado por las referencias y comentarios de compañeros en los diversos foros de WhatsApp sobre apicultura existentes en Canarias. Que nosotros tengamos conocimiento ninguno de ellos ha sido informado a excepción del ocurrido a uno de nuestros socios en el año 2020.
Refieren varios apicultores que han padecido la enfermedad y varios de ellos han cometido los errores que jamás se deben cometer: 1.º no informar de esta afección y 2.º de aplicar «remedios milagrosos», suministrando incluso antibióticos como penicilinas empleadas para bovinos totalmente prohibidas en apicultura. Estos hechos irresponsables no solo ponen en peligro la salud humana sino a toda la cabaña apícola.

En 2020 dábamos cuenta de un brote aislado de loque en el noroeste grancanario en el artículo de esta web Loque americana, cuando se hacen bien las cosas, explicando como se detectó la enfermedad, se acotó, se informó a la Consejería, se hizo público y se quemaron dos colmenas. En esa ocasión se actuó de la manera correcta y se pudo parar a tiempo la infección, que finalmente no contagió a ningún apiario.

En 2023, ApiGranca vuelve a salir al paso comunicando un nuevo brote, pero en esta ocasión pensamos que sigue sin conocerse el foco emisor y que si no se comunica se puede extender rápidamente la enfermedad.

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