El 4 de mayo, la Comisión Europea prorrogó por tres años más la autorización de comercialización de boscalid, un fungicida SDHI objeto de múltiples alertas científicas desde 2018. Esta decisión se produce cuando la justicia de la Unión Europea examina la legalidad de las prórrogas concedida a esta sustancia comercializada por BASF, en el marco de un recurso interpuesto por POLLINIS, una asociación que defiende las abejas y los polinizadores silvestres.
Mediante la decisión del 4 de mayo, la Comisión Europea concedió nuevas prórrogas de autorización a varias sustancias plaguicidas, entre ellas boscalid, un fungicida SDHI cuyo modo de acción, atacando la respiración celular, ha sido objeto de varias alertas científicas. La Comisión ha prorrogado su autorización por tres años más , habiéndole concedido ya cinco suspensiones anuales sucesivas desde que expiró su autorización inicial en 2018.
“Esta nueva prórroga permitirá la comercialización por otros 3 años de una sustancia potencialmente tóxica para la salud humana y toda la biodiversidad. Este sistema viola profundamente el principio de precaución, una negación aún más flagrante en el caso de boscalid, un SDHI cuyo principio de acción ha sido objeto de varias alertas por parte de la comunidad científica”, denuncia Nicolas Laarman, delegado general de POLLINIS
Esta prórroga de autorización fue concedida aunque la anterior fue objeto de un recurso interpuesto por POLLINIS en febrero de 2023 ante el Tribunal General de la Unión Europea. Si bien la justicia europea debe pronunciarse sobre la legalidad de esta decisión, el ejecutivo europeo ha optado no obstante por prorrogar por un período excepcionalmente largo la autorización de boscalid debido al retraso en su reevaluación.
Las normas relativas a las autorizaciones de comercialización de sustancias plaguicidas permiten prorrogar temporalmente una autorización cuando no se haya podido realizar a tiempo la evaluación necesaria para su renovación, y si la demora se debe a “razones ajenas al solicitante” (art. 17 del Reglamento 1107/2009 ). Pero al interpretar extensivamente esta excepción, la Comisión está institucionalizando un sistema de prórroga automática de plaguicidas, contrario al principio de precaución.
En el caso de boscalid, sin embargo, la propia Comisión admitió que no había investigado el papel que BASF, depositario de la autorización, pudo haber desempeñado en el aplazamiento de la revisión de su plaguicida.
Entre el resto de sustancias cuya autorización ha sido prorrogada por esta decisión, también se encuentra el S-metolacloro. Sin embargo, este herbicida, ahora prohibido en Francia, había sido objeto de una opinión alarmante de la EFSA , la autoridad sanitaria europea, en particular en relación con la contaminación de las aguas subterráneas por los metabolitos de la sustancia.