La abeja negra se defiende en el ParCan

Expertos advierten en el Parlamento sobre la amenaza que las especies foráneas de abeja suponen para la raza autóctona canaria

Nieves Elvira González, directora del Laboratorio de Biología Molecular del Departamento de Biología de la ULPGC, y Antonio Quesada, vocal de ApiGranca y licenciado en Biología, han hecho esta petición durante su comparecencia en la comisión parlamentaria de Agricultura para hablar de la situación de esta especie autóctona.
Una bióloga de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y un representante de la Asociación de Apicultores de Gran Canaria (ApiGranca) han reclamado este martes en el Parlamento autonómico que se prohíba la introducción de especies foráneas porque amenazan la supervivencia de la abeja negra canaria.

Accede al vídeo de la comparecencia en el Parlamento de Canarias.

Nieves Elvira González, directora del Laboratorio de Biología Molecular del Departamento de Biología de la ULPGC, y Antonio Quesada, vocal de ApiGranca y licenciado en Biología, han hecho esta petición durante su comparecencia en la comisión parlamentaria de Agricultura para hablar de la situación de esta especie autóctona.

Ambos han coincidido en reclamar la prohibición de introducir especies foráneas, sobre lo que no existen registros en la Dirección General de Agricultura, con lo que esta práctica, han advertido, se hace sin control sanitario ni trazabilidad alguna, lo que supone “la puerta de entrada a enfermedades” antes inexistentes.

Antonio Quesada ha recalcado que esta práctica está “diezmando” las colmenas de abeja negra canaria y obligando a un sobrecoste para el tratamiento de enfermedades como la varroa, con un gasto anual que ronda los 200.000 euros.

Pero lo que es peor, temen que a la larga pueda suponer la desaparición de la raza autóctona, y no por un fallo técnico sino por culpa de “una grieta institucional”.

El representante de los apicultores de Gran Canaria se ha referido al caso concreto de El Hierro, con cuyo cabildo han llegado a los tribunales porque ha lanzado una campaña que promociona la hibridación de la abeja canaria con una raza foránea. Y ha advertido: “la abeja negra canaria ha sobrevivido a siglos de aislamiento, de sequía, a erupciones volcánicas, pero puede que no sobreviva ”a determinadas “decisiones” de las administraciones.

Por eso ha pedido “valentía” a la hora de legislar y plantearse si “merece la pena” asumir “el coste ecológico” de la hibridación para “el beneficio de unos pocos”, que alegan una mayor productividad de las colmenas, lo que ha cuestionado.

Sobre esta cuestión, los diputados del PP Juan Manuel García Casañas, de El Hierro, y de CC Francisco Linares, de Tenerife, han manifestado sus dudas.

García Casañas ha aludido a una “diversidad de opiniones entre islas” y ha apelado a conciliar la sostenibilidad ambiental con la económica, pues si una actividad agrícola o ganadera “solo depende de las subvenciones, mal vamos”.

Ha indicado que en El Hierro son mayoría los apicultores que apoyan la hibridación para mejorar la productividad de las colmenas, aun consciente del “riesgo” de introducir especies foráneas como ingeniero agrícola que es. Pero ha insistido en que “nadie hoy compra una finca o inicia una actividad agrícola si no hay rentabilidad”.

Francisco Linares ha indicado que en Canarias “no hay un acuerdo sobre este asunto” y en Tenerife, donde se concentra el 60% de la actividad apícola de las islas, “el sector está totalmente en contra” del posicionamiento de los dos comparecientes en la comisión parlamentaria.

Linares también ha apuntado a la necesidad de la rentabilidad y ha recalcado que en Tenerife el sector “está organizado” y se ha dotado de un plan estratégico, con el visto bueno del Cabildo, en el que se permite el uso de la raza que “mejor se adapte” a cada tipo de explotación. Linares ha pedido contrastar opiniones y que comparezca en la comisión parlamentaria la asociación de apicultores de Tenerife (Apiten), en vista de que en este debate “no hay unidad de criterio, sino enfrentamiento”. También ha deslizado que antes que la hibridación hay otras amenazas más serias para el sector apícola como la falta de relevo generacional o la presencia en comercios de las islas de miel de Brasil y de China que se vende como canaria, “y nadie controla eso”.

Para Antonio Quesada desde Gran Canaria “respetamos, por supuesto, a Tenerife”, pero ha abogado por una visión regional, no insularizada, porque las nuevas enfermedades se acaban extendiendo por todo el archipiélago y existe la amenaza de “cepas más virulentas” que, de llegar, supondrían “un desastre”.

En cuanto al debate sobre la mayor productividad de las especies foráneas, ha recalcado que las colmenas de La Palma son las más productivas y en esa isla no hay abeja foránea.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio