Durante millones de años, los insectos han polinizado las plantas a cambio de polen. Este intercambio nos proporciona una tercera parte de nuestros alimentos. Pero los pesticidas agrícolas y las enfermedades han reducido dramáticamente el número de abejas y otros polinizadores. En las ciudades los productos químicos están menos presentes. ¿Podrían los entornos urbanos convertirse en un santuario para las abejas? La miel es un producto único. Algunos científicos sugieren incluso que podría aplicarse en el tratamiento contra el cáncer. Hoy La Noche Temática reflexiona sobre las consecuencias de la creciente desaparición de las abejas en el mundo.