Manejo de una colmena híbrida y de otra nerviosa o defensiva.

Cómo disfruto cuando al abrir una de mis colmenas observo que con un solo golpe de humo las abejas parecen entender nuestras intenciones y se pegan a los panales, me permiten ir sacando los cuadros uno a uno sin que salgan en vuelo defensivo contra el apicultor que las atiende. Puedes hablarles que parece que te escuchan, hay calma en el ambiente. Cuando finalmente cierras la colmena y te retiras a un lado, es un momento mágico ver como las que quedaron fuera están todas en vuelo hacia la piquera, un minuto después parece que esa colmena no ha sido revisada. Te miras alrededor y no hay ninguna abeja zumbando en tu capirote, te puedes quitar la ropa a un metro de distancia.

La labor de un ganadero es procurar lo mejor para su ganado y obtener a cambio una buena producción en huevos, leche, carne o en nuestro caso los diferentes productos de la colmena: miel, cera, polen, propóleo, jalea real, … y debemos actuar seleccionando lo mejor entre nuestras colmenas, mejorando la genética de lo que criamos.

Esta primavera dos de mis colmenas han dado problemas. Una por nerviosismo y otra por hibridación, a veces va unida una cosa con la otra.

Preocupado por la endogamia y buscando sangre nueva para el colmenar, un compañero me dio dos reinas vírgenes que se fecundaron en mi apiario. Las dos estaban como máquinas, pero en una de ellas empezó a nacer cría amarilla y todos sabemos lo que significa, tenía una reina híbrida que podría volverse agresiva y lo que es peor, como produjese zánganos éstos podrían hibridarme todo el apiario. En estos casos no se puede demorar la toma de decisiones, hay que actuar sustituyendo la reina cuanto antes mejor.

Otra segunda colmena en el apiario mostraba un carácter defensivo, era la última en abrir porque solo el quitar la entretapa ya te salían a saludar con un poquito de mala uva, ustedes me entienden. Entonaban un zumbido continuo a tu alrededor, buscando la careta con mala fé y algún sitio donde desprenderse de su aguijón. Era de ese tipo de abejas que te acompañan un buen tramo cuando te alejas del colmenar. Repito la frase: En estos casos no se puede demorar la toma de decisiones, hay que actuar sustituyendo la reina cuanto antes mejor.

Qué hacer con la colmena agresiva.

Lo primero: buscar y matar la reina. Como pretendía aprovechar la población para cosecha uní esa cámara de cría ya huérfana a otra colmena fuerte mediante la técnica del papel de periódico, para ello trasladar solo el cajón con lo que haya dentro. A los tres días revisé la unión y todo en orden, solo comprobar que todo iba bien y retirar los restos del periódico. En esta unión irá naciendo la cría de la colmena defensiva y poco a poco irá desapareciendo el nerviosismo.

En el lugar donde estaba la colmena nerviosa se sustituye el cajón con otro al que se le añade un núcleo obtenido de otra colmena fuerte y bien provisto de abejas nodrizas. De esta manera recogerá toda la pecorea inicial y tendrá de donde sacar reina.

Qué hacer con el núcleo con reina híbrida.

Lo primero: buscar y matar la reina. Sacudir todos los cuadros en el nuclero e intercambiar los cuadros de cría con otra colmena fuerte. De esta manera en la colmena fuerte nacerá la cría híbrida que quede e irá desapareciendo poco a poco y en el nuclero, que mantiene toda la población inicial, podrán hacer nueva reina con los panales de cría del día que hayamos puesto.

Resultados obtenidos.

A día de hoy, en ambas colmenas han nacido reinas que de un día a otro empezarán a poner. (En ambos casos se podía utilizar reinas fecundadas).

  • Mientras buscamos la reina, las abejas permanecen en los cuadros; no se ve ninguna abeja fuera de ellos ni en nuestra ropa.
    Híbrída. Ya quedan pocas abejas amarillas, las que quedan son muy viejas y morirán pronto.
  • Nerviosa. Ayer la abrí y fue una maravilla. Pegadas a los cuadros, ya no me persiguen. Una reina preciosa a punto de empezar a poner.
  • Colmena unida. No se nota la agresividad de las incorporadas. Recibió mucha población y cría por nacer que ya ha nacido, por lo que están llenando el alza de miel.
  • Colmena que recibió la puesta híbrida. Pues nada, a esa le ves las amarillas pero irán desapareciendo, en un par de semanas ya no habrá ninguna.
  • Colmena de donde se sacó el núcleo para la nerviosa, perdió un poco de fuerza pero se ha recuperado la puesta muy rápido.

Conclusiones.

La humanidad lleva practicando la ganadería hace miles de años, seleccionando características específicas en los animales para llegar a las razas domésticas actuales. Se ha mantenido por regla general a las hembras productivas  y los machos de casi todas las razas ganaderas suelen ir a la olla, pensemos en pollos, conejos, baifos, corderos, becerros. Igual suerte han tenido las hembras poco productoras, gallinas que no ponen, cabras que no dan leche, etc.  La mansedumbre ha sido una característica buscada a través de los siglos en cualquier raza ganadera.

En un año normal puedes perder por diferentes motivos entre un 10-20% de tus colmenas por causas «naturales» o mal manejo. Reina vieja que no pudo ser reemplazada, muerte repentina de la reina de forma natural o mal manejo, vuelo de fecundación errado, sequía y falta de comida, golpe de calor, enfermedad, etc. Así que lo mejor es tener en tu apiario algún nuclero con reina del año que te pueda servir de reposición para los problemas que puedan surgir y/o ayudar a alguna colonia en apuros.

Nos corresponde como ganaderos la mejora genética de nuestro colmenar. Debemos intervenir para seleccionar los caracteres que queremos que permanezcan y los que queremos desechar.

Suaves picadas y dulce cosecha!!!

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