El pasado 13 de abril de 2021 el Parlamento de Canarias, por unanimidad, ha instado al Gobierno de Canarias a declarar a las razas autóctonas Canarias como patrimonio cultural, Genético y etnológico. El texto incluye a cuatro razas caprinas, cuatro caninas, tres ovinas, , dos bovinas y a las razas de burro majorero, cochino negro canario, camello canario y abeja negra canaria.
Desde estas líneas el sector apícola en general agradece el trabajo y esfuerzo de los científicos y técnicos que han hecho posible la conservación y reconocimiento de todas estas razas, a los criadores, a la clase política que ha sabido valorar la riqueza de nuestra ganadería y como no, al pueblo canario que podrá conservar este patrimonio cultural, genético y etnológico de acuerdo a la PNL aprobada.
Para la abeja negra canaria es también una buena noticia. Posiblemente sea la raza más antigua de todas las reconocidas y una de las primeras en ser explotadas. Desde el colectivo de apicultores, desde que se crearon las primeras asociaciones en el archipiélago, se ha reclamado la protección de esta raza frente a importaciones de razas foráneas que han puesto en peligro su viabilidad y traído plagas y enfermedades desconocidas que han supuesto un serio problema a los ganaderos.
Para la protección de la raza de abeja negra canaria se han producido dos circunstancias normativas, en la Unión Europea el R-UE-1601/1992 sobre medidas específicas en favor de las islas Canarias relativas a determinados productos agrarios, que en su Artículo 24 1 especifica que Se concederá una ayuda para la producción de miel de calidad específica de las islas Canarias, producida por la raza autóctona de «abejas negras» (5.000 colmenas, con los años ampliado a 21.000) y, en Canarias, la Orden 603/2001 por la que se establecen medidas especiales de protección para la conservación, recuperación y selección de la Abeja Negra Canaria. (Prohibición de otras razas de abejas en La Palma, Lanzarote y Fuerteventura), extendida posteriormente a Gran Canaria en 2014 por Orden 1889/2014. Quedan fuera de la protección a la abeja negra canaria las islas de Tenerife, Gomera y El Hierro, donde actualmente se permite la importación y cría de cualquier raza de abejas, principalmente el híbrido buckfast, ligústicas procedentes de Italia o carniolas de Europa occidental.
Teniendo en cuenta que en Lanzarote y Fuerteventura aún se practica una apicultura testimonial, con 260 y 40 colmenas respectivamente, son la isla de La Palma (3.373c) y Gran Canaria (10.370c) las islas destinadas a la recuperación de la raza autóctona al tener el resto un porcentaje elevado de hibridación.
En La Palma se inició en 2001 por el Gobierno de Canarias un programa de cría y mejora de la abeja canaria, posteriormente discontinuado mientras que en Gran Canaria, es el Cabildo insular quien ha asumido la responsabilidad de su conservación. Las asociaciones mayoritarias de ambas islas, ADS Apicultores de La Palma y ApiGranca son miembros activos de la coalición internacional Save Local Bees que pretende la conservación de las razas locales en el territorio de la UE. Por otra parte, ApiGranca colabora con la organización POLLINIS que defiende la conservación de las abejas y polinizadores en general, por una agricultura respetuosa con el medio ambiente y los polinizadores, con campañas en contra de la liberación de abejas modificadas genéticamente OGM, lucha contra los plaguicidas y defensa del medio ambiente y con una presencia importante en Bruselas, donde es interlocutor ante la UE.
Reconocimiento oficial de la raza autóctona ganadera abeja negra canaria
Para que una raza autóctona sea reconocida como tal ha de cumplir unos estrictos requisitos, que según explica el experto Juan Capote, pasan por que haya una entidad que promueva su fomento o conservación, así como estudios históricos, morfológicos, de actitudes, una propuesta de estándar y una parte sobre genética que “antes no era necesaria pero ahora es imprescindible, porque es la que realmente determina si esa población es una raza o no”. “El proceso es: presentar un estudio a la Consejería de Sector Primario, y de ahí pasa a una comisión del Ministerio que está formada por genetistas y representantes de las comunidades autónomas”.
La Isla de Læsø en Dinamarca es una Reserva Natural gubernamental para la protección de la subespecie Apis mellifera mellifera que es la abeja negra europea que habita la mayor parte de Europa. La conservación de esta abeja es la que ha dado pie a que en Europa se hayan creado diferentes organizaciones que defienden a sus razas de abejas locales. Canarias protege a su raza de abejas desde 2001 y es reconocida por la UE desde 1992, pero no tiene reconocimiento a nivel estatal. Urge pues iniciar los trámites para su inclusión en el catálogo oficial de razas ganaderas autóctonas.
Disponemos de los estudios históricos, descripción morfológica y análisis genéticos, a fin de cuentas es la abeja mejor estudiada del mundo y conocemos su comportamiento; en nuestra sección Apidología podemos encontrar muchos y variados estudios científicos. Solo es necesario la voluntad política para iniciar el procedimiento y obtener el reconocimiento oficial para la raza ganadera más antigua de todas las autóctonas canarias.
Demandas del sector apícola
La PNL aprobada por el Parlamento es un acicate para que desde la administración autonómica se tomen medidas que el sector lleva reclamando desde hace años. La próxima constitución de la Federación Apícola Canaria será la mejor vía para tener un interlocutor ante la administración que trate entre otros:
- Creación de una comisión mixta administración-productores apícolas.
- Plan de ganadería canaria, que tenga en cuenta y respete las singularidades de la apicultura.
- Reconocimiento e inclusión de la raza de abeja negra canaria como raza ganadera en el catálogo estatal de razas autóctonas ganaderas.
- Creación de una línea de investigación y análisis de laboratorio, así como un puesto de técnico superior especialista en apicultura en el ICIA.
- Programa autonómico de cría y recuperación de la abeja canaria.
- Reglamento sancionador para quien no respete la prohibición de importar y criar otras razas de abejas.
- Puesta en funcionamiento del apoderamiento electrónico, para facilitar las gestiones de los apicultores con la administración autonómica.
- Plan de evacuación de animales ante incendios o catástrofes naturales que incluya a las abejas.
- Subvenciones al sacrificio obligatorio de colmenas por enfermedades contagiosas.
- Mayor dotación económica a la apicultura y participación en todos los aspectos del Plan Nacional Apícola.
- Desarrollo normativo de la Ley 6/2019 de Calidad Agroalimentaria.
- Prohibición del empleo de neonicotinoides en Canarias, de liberación al medio ambiente de organismos modificados genéticamente y desarrollo de campañas informativas a los agricultores sobre las consecuencias del mal uso de plaguicidas para la vida de las abejas.
- Programa didáctico dirigido a los escolares en que quede reflejado la importancia de la polinización llevada a cabo por insectos, en especial las abejas y la importancia de conservación del medio ambiente.
En la actualidad, las colonias de abejas melíferas y salvajes están experimentando un declive histórico que nos compromete seriamente, pero ¿sabemos realmente cuáles son sus causas? El Síndrome de Colapso de las Colmenas es un fenómeno que se originó en la década de los 60 y que consiste en la desaparición de las abejas de sus colmenas, y afecta tanto a abejas melíferas como a abejas silvestres. Los motivos de este fenómeno son diversos: parásitos y enfermedades derivados del ácaro Varroa destructor y el hongo Nosema ceranae, uso indiscriminado de pesticidas, monocultivos intensivos y pérdida y fragmentación de hábitats.
Desde Canarias podemos adelantarnos con medidas protectoras de la abeja doméstica y polinizadores en general tomando las medidas necesarias para la conservación de nuestro rico y variado medio ambiente.
¡Suaves picadas y dulce cosecha!