Dos modelos de apicultura canaria: extensiva – intensiva

Desde ApiGranca entendemos la apicultura como una práctica ganadera respetuosa con el medioambiente de donde nuestras abejas obtienen lo necesario para vivir y por ello el preservar la salud de los ecosistemas canarios juega un papel fundamental en nuestra actividad. Muchas veces quien defiende la profesionalización del sector lo que desea y hace es favorecer las prácticas de la ganadería intensiva. En Canarias debido a la fragmentación del terreno lo adecuado es dirigir los esfuerzos a favorecer la formación de nuestros apicultores para mejorar sus rentas y fijar población rural en lugar de primar solo al número de colmenas, y mucho menos si es a través de la importación de abejas foráneas.

Antonio Quesada, 2023

Agricultura intensiva.
Comúnmente se supone que la intensificación de la agricultura es la clave para aumentar las ganancias. Esto no siempre es cierto. Consideremos el ejemplo de la piscicultura. A medida que aumenta la densidad de peces en un estanque, aumentan los desechos, disminuyen los niveles de oxígeno y la capacidad de asimilación natural del estanque no puede mantener la calidad del agua. En un sistema tradicional de baja densidad, la productividad biológica natural del estanque (algas, plantas superiores, zooplancton y bacterias) sirven como filtros biológicos que convierten los desechos mediante procesos biológicos naturales.
Los sistemas intensivos permiten grandes rendimientos, pero para sostener estos sistemas se requieren insumos de energía adicionales en forma de mano de obra, intercambio de agua, aireación y piensos. Llega un punto en el que los rendimientos incrementales no justifican los insumos y riesgos adicionales, y «aumentar la intensidad del sistema no refleja necesariamente un aumento de la rentabilidad» .

Lowore y Bradbear (1) sostienen que cuando los entornos naturales pueden proporcionar todo lo que las abejas necesitan, la apicultura extensiva es más rentable que la apicultura intensiva. Será más sostenible, más resiliente y menos riesgoso. La resiliencia de un ecosistema es su capacidad de regresar a su estado previo después de una perturbación, incluido el mantenimiento de sus características esenciales, composición taxonómica, estructuras, funciones del ecosistema y tasas de proceso. En esta era de cambio climático y globalización de las plagas y enfermedades de las abejas melíferas, la resiliencia es un gran beneficio de la apicultura extensiva.
Los factores que fomentan a la resiliencia de un ecosistema dan paso a una sostenibilidad. Un ecosistema puede ser resistente respecto a un tipo de alteración pero no a otro. Sin embargo, destacamos que parece haber un consenso respecto a que las reducciones de la biodiversidad —pérdida de poblaciones— en un ecosistema se deben considerar amenazas a la resiliencia.

Ganadería extensiva.
Como en la agricultura, podemos discernir estas dos formas muy diferentes de hacer las cosas. En la ganadería, la ganadería intensiva importa soja transgénica para alimentar a los animales, en la ganadería extensiva preferimos los pastos naturales. Trataremos a los animales con antibióticos de forma intensiva, con tratamientos suaves de forma extensiva, etc.

El Ministerio de Agricultura (3) define la ganadería extensiva como:
La ganadería extensiva es aquella que aprovecha los recursos naturales del territorio, con una baja utilización de insumos externos y principalmente mediante pastoreo.
En general se caracteriza por el empleo de especies y razas de ganado adaptadas al territorio, el aprovechamiento de pastos diversos ajustándose a su disponibilidad espacial y temporal, y el respeto del medio en el que se sustenta.

Así pues, la ganadería extensiva es el conjunto de sistemas de producción ganadera que aprovechan eficientemente los recursos del territorio con las especies y razas adecuadas, compatibilizando la producción con la sostenibilidad y generando servicios ambientales y sociales.
Contempla aspectos clave como la utilización de razas autóctonas, la movilidad del ganado, el bienestar animal o el manejo ajustado a la disponibilidad espacial y temporal de los recursos disponibles en cada zona. Esta actividad es esencial para el territorio y la sociedad, ya que no solo genera productos de calidad, sino también configura el paisaje, ayuda a controlar los incendios forestales, regula los ciclos del agua y la calidad del suelo, ayuda a potenciar la biodiversidad y a conservar el patrimonio cultural y la identidad territorial. (4)
La ganadería extensiva es una opción económica que ayuda a fijar población y mantener el tejido social en áreas que, por la naturaleza difícil del medio, carecen de otras alternativas productivas (5).

Apicultura extensiva / intensiva.
En apicultura numerosos índices nos permiten definir si nuestra práctica es intensiva o extensiva: raza rústica o híbrida, alimentación limitada o sistemática. … Pero, al igual que en la agricultura, estos índices son limitados y una gran proporción de explotaciones se encuentran, de hecho, entre estos dos modelos.
En su artículo, Mathieu Angot (2) publica una tabla para hacerte una idea de tu práctica apícola y posicionarte según estos criterios no exhaustivos:

Práctica intensiva Práctica extensiva
Raza seleccionada (tipo buckfast, ligústica,…) Raza rústica autóctona (tipo abeja negra)
Cría subcontratada (compra de reinas) Cría autónoma en la granja.
Alimentación frecuente Alimentación limitada
Trashumancia frecuente y lejana Colmenares sedentarios, transterminancia*.
Muchas colmenas por asentamiento Número limitado de colonias
Cooperativa mayorista Venta directa y local
Compra de equipamiento Construcción de hardware
Fuerte inversión Inversión limitada o nula
Tratamiento convencional de Varroa Tratamiento alternativo de Varroa (orgánico)
Buena producción de miel Menor producción

Si quisiéramos resumir la diferencia entre los dos modelos, sería prudente hacerlo desde un punto de vista contable. El objetivo de todo apicultor es a priori generar suficiente dinero para ganarse la vida con su profesión y mantener la explotación. Para lograr esto, en una contabilidad, tienes varias columnas. El dinero que entra: el volumen de negocios; y el dinero que sale: los costes. El objetivo del intensivo será incrementar al máximo su facturación, mientras que el extensivo tendrá como objetivo reducir al máximo sus costes. Si quisiéramos caricaturizarlo, podría verse así:

Facturación Costes Beneficio
Intensivo 100.000 € 80.000 € 20.000 €
Extensivo 30.000€ 10.000€ 20.000 €

La realidad suele ser mucho más complicada, pero esto nos permite explicar el principio de forma sencilla.

Coste de las razas autóctonas frente a razas importadas.
La importación de razas de abejas alóctonas tiene un elevado coste medioambiental. Las nuevas razas se hibridan y desplazan a las locales, lo que supone una pérdida de biodiversidad disminuyendo la resilencia de los ecosistemas canarios. Tanto es así que por Resolución del Parlamento Europeo, de 1 de marzo de 2018, sobre las perspectivas y desafíos para el sector apícola de la Unión (2017/2115(INI)), el Parlamento
(31) Pide a los Estados miembros y a las regiones que protejan con todos los medios a su alcance las especies locales y regionales de abejas melíferas (razas de abejas Apis mellifera) ante el avance indeseado de especies exóticas naturalizadas o invasoras que afectan directa o indirectamente a los polinizadores; apoya la repoblación con especies autóctonas locales de las colmenas perdidas debido a especies exóticas invasoras; recomienda a los Estados miembros que creen centros dedicados a la cría y la protección de las especies autóctonas de abejas; subraya, a este respecto, la importancia de desarrollar estrategias de mejora genética que permitan aumentar la frecuencia de rasgos valiosos en las poblaciones de abejas melíferas locales.

Los Estados de la Unión han trasladado este aspecto a su normativa nacional, de manera que en España, por Real Decreto 906/2022, de 25 de octubre, por el que se regula la Intervención Sectorial Apícola en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común, se fija que entre las intervenciones subvencionables estará :
2.3.1 Inversiones para la cría de reinas (núcleos de fecundación, incubadoras, material para inseminación artificial de reinas).
2.3.2 Adquisición de reinas (tanto fecundadas como sin fecundar) y enjambres, de especies y subespecies no alóctonas para reposición de bajas, siempre que se cubran las necesidades financieras para asistir las solicitudes de la acción anterior.

Atendiendo al registro oficial de movimientos de ganado, REMO, no figura ninguna solicitud en los últimos 5 años para la introducción en las islas de himenópteros que no sean del género Bombus, lo  que supone que no se han introducido abejas foráneas o si se ha hecho ha sido de manera clandestina y sin garantías sanitarias. Por otra parte, en la isla de El Hierro la importación de abejas foráneas ha sido de tal intensidad que se da por extinguida la abeja negra canaria y que debido a esta circunstancia es la única isla que no solicita ayudas al gobierno de Canarias, ni PNA ni POSEI, recibiendo eso sí, 20.000€ de su cabildo insular.

Para el apicultor canario la compra de reinas del exterior supone un coste añadido puesto que las islas por su tamaño carecen de zonas dedicadas a la cría de especies puras, no pudiendo certificar la pureza de razas foráneas fecundadas en las islas. Además de ello la importación de abejas supone un riesgo sanitario inasumible.

Coste en alimentación.
Los ecosistemas canarios se caracterizan por una temperatura primaveral sostenida, con periodos prolongados de sequía y lluvias intermitentes que generan floraciones cortas de una vegetación autóctona única en el mundo. La abeja local se ha adaptado durante miles de años a estas circunstancias y sabe regular sus ciclos de cría a estas cortas floraciones, detectando cuando debe parar la puesta; también se ha adaptado a una estación invernal casi inexistente, con apenas parada de la puesta y escasa producción de abejas longevas de invierno.
Por su parte las abejas continentales han adaptado sus ciclos de cría a unas floraciones primaverales más largas con una explosión sostenida de la cría; a finales del verano comienzan a producir abejas longevas y a recolectar alimento suficiente para el periodo invernal en que no saldrán a pecorear debido a las bajas temperaturas, matan los zánganos, reducen población y forman el clúster invernal. Genéticamente están diseñadas para las estaciones continentales muy diferenciadas entre si y sus floraciones.

Estos hechos condicionan que a comienzos de la primavera las razas continentales comiencen una puesta explosiva que no saben parar y luego tengan un exceso de población cuando la floración en Canarias ha acabado, obligando al apicultor a una alimentación artificial para mantener viva la colonia o que se vea ante casos de pillaje contra unas disminuidas colmenas canarias. Es significativo que el apicultor se deje llevar por la sensación de que son más recolectoras cuando muchas veces solo es fruto del pillaje.

Coste del número de colmenas.
El apicultor debe valorar el número de colmenas por apiario atendiendo a  la carga apícola de su asentamiento, definida como la cantidad de colmenas posibles de establecer en una zona determinada, que dependiendo de un adecuado manejo permita a las abejas lograr buena producción en condiciones de bienestar para las colmenas. El hecho de instalar más colmenas no significa una mayor producción ya que introduce una mayor competencia por el néctar y polen en el radio de pecorea, y puede conducir al desplazamiento de otras abejas silvestres y polinizadores en general.
Por otro lado más colmenas significa más asentamientos y más traslados. Al coste de los traslados en gasolina y tiempo, hay que añadir que debido a la fragmentación de la geografía insular y cercanía a poblaciones es muy complicado conseguir terrenos para nuevos asentamientos.

¿Qué modelo para el futuro?
Para Angot, a priori, muchos futuros apicultores creen que cuanto mayor sea su facturación, más sólida será su explotación. Esto no es necesariamente cierto. Porque cuantos más gastos tenga tu negocio (lo que compras para producir), más dependerá de la economía externa, sobre la cual tienes poco o ningún control. Un ejemplo simple y actual: la gasolina aumenta, su trashumancia le costará mucho por la misma ganancia.
A medida que aumenta el precio de los recursos naturales, la sostenibilidad de la explotación puede ser menor cuando dependemos demasiado de ellos, normalmente de forma intensiva.
Entonces surge un problema: a gran escala, producimos menos. ¿Cómo podemos en este caso garantizar una producción de miel lo suficientemente alta como para satisfacer la demanda? Simplemente aumentando el número de instalaciones, lo que también podría resolver en parte el problema del desempleo.
Puede surgir una segunda cuestión, la del mayor precio de la miel (o de cualquier otra producción) a escala extensiva. Esta es una idea bastante falsa si la miramos desde un punto de vista más global. De hecho, las explotaciones intensivas producen a precios más bajos, pero también son las que reciben más subvenciones. Una gran parte de ellos no serían viables sin esta ayuda. Añadamos a esto que los impuestos pagan un precio elevado por los daños medioambientales (reelaboración del agua…); que la seguridad social pague por los efectos sobre la salud de productores y consumidores; y, por último, que el seguro de desempleo, por su parte, pague al creciente número de agricultores que abandonan su actividad por quiebra o simplemente no pueden establecerse. La factura es muy elevada y supera con creces los pocos céntimos de euro que habrá que pagar adicionalmente por una producción extensiva.

*Transterminancia. Traslado estacional en altura de colmenas a distancias inferiores a 100 km de su emplazamiento original en la geografía insular: de costa a medianías y cumbres (y viceversa) para aprovechar el escalonamiento de floraciones, la mayoría de las veces entre diferentes asentamientos del apicultor y muy pocos a montes públicos. ApiGranca gestiona anualmente y de manera global ante la Dirección General de Ganadería el Certificado Específico de Apicultura para movimientos entre asentamientos del mismo REGA para casi el 50% de sus asociados.

Puedes leer el siguiente artículo o escuchar el podcast:
La sorprendente adaptación genética de las abejas en Lanzarote y Fuerteventura,
«Casi no alimentamos a nuestras abejas, literalmente están buscándose la vida para adaptarse«, explica Klaus Guttenberger, apicultor extensivo y ecológico de Lanzarote, criador de abeja negra canaria y socio de ApiGranca.

Fuentes:

 

 

2 comentarios en “Dos modelos de apicultura canaria: extensiva – intensiva”

  1. Francisco Hernández

    Totalmente de acuerdo. El modelo intensivo en apicultura, especialmente en Canarias, conlleva un alto costo medioambiental y humano.

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